Can Sort
Llegar a Can Sort es un golpe de aire fresco en la cara, ya que lo que sorprende al viajero es lo abierto del paisaje, con los Pirineos nevados al fondo y la gran llanura del Ampurdán que llega hasta la Bahía de Rosas.
Esta masía está ubicada en la falda de una colina, y se distribuye en varios edificios donde las habitaciones son todas distintas pero tienen en común unas dimensiones amplias, cuentan con baño, vigas de madera y cuidada decoración. Están repartidas en diferentes zonas, algunas de ellas tienen terraza o salida directa al jardín, y otras son abuhardilladas con excelente vista. En total cuenta con tres habitaciones dobles de matrimonio, dos habitaciones dobles y seis habitaciones más.
La casa cuenta con una amplia sala de estar (120m) con grandes ventanales, chimenea, comodos sofas y biblioteca para las tardes de invierno y las cenas se sirven en la terraza en verano, y en comedores acogedores y cerrados cuando el frío aprieta. Los jardines rodean la casa creando distintos rincones con sillas donde poder relajarse.
Como curiosidad está el antiguo pajar, con grandes arcadas que dan al jardín, que se ha convertido en una gran sala de estar con chimenea, biblioteca, mesas de juego, televisión y cómodos sofás que invitan al descanso.
En el porche se encuentra un futbolín y una mesa de ping-pong. La piscina, y la hipica, cuenta en sus instalaciones con unos veinte caballos, que se organiza todas las mañanas para niños y adultos en forma de salidas por el entorno son diversiones que ofrece Can Sort. Desde allí salen varios caminos que paseando conducen hasta el pueblo más cercano, y otras discurren por la cuenca del río Fluvia, o atraviesan los publecitos del Ampurdan.
